Opinión de Azucena León Urquidez
¿Coronavirus o corona de justicia?
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Misionero/Revista
Los Mochis Sinaloa.- Hola, aquí vamos otra vez con las controversias que nos ocasionan confusiones mentales que en lugar de disipar dudas nos aumentan, hoy nos está causando mucho ruido la epidemia del coronavirus, llamados así por una especie de picos en la superficie del virus que asemejan una corona. Los medios de comunicación nos tienen en pánico a todo el mundo literalmente, nos da pánico el contagiarnos del coronavirus, pero en realidad los cuidados de higiene personal que se ocupan son de lo mas común, lavarnos las manos, no tocarnos ojos, oídos, nariz ni la boca con las manos sin lavar, eso es básico con epidemia y sin ella. Se piensa que la vía principal de transmisión es por vía aérea, a través de pequeñas gotas que se producen cuando una persona infectada tose o estornuda. Probablemente se transmite también por contacto cercano con fluidos corporales de personas infectadas. En lo personal he llegado a pensar que puede ser un arma biológica como la que se utilizó en los años 20’s y se prohibió en 1972, el humano siempre ha querido mantener controlado a la sociedad, no sabemos nunca a ciencia cierta que tan grave es el virus que está atacando los países, tenemos que tomar medidas de higiene donde quiera que estemos y donde quiera que vayamos, eso es lo primordial y estar al pendiente de lo que la ciencia explica, se dice que puede tardar años en crear una vacuna, por lo pronto cuidémonos. Y ya que en lo físico nos andamos preocupando, pues en el cuerpo espiritual hagamos lo mismo, guardemos distancia con lo que publicamos y “viralizamos”, pongámonos cubre-boca para no contagiar a otros, limpiemos nuestros sentidos de todo aquello que nos pueda hacer morir espiritualmente, ayudemos a los que están enfermos y saquemos de la enfermedad al necesitado, los sentimientos, las tristezas, las ansiedades y muchas enfermedades más, son una pandemia mundial, de allí si tenemos que preocuparnos, Jesucristo es el mejor médico y antídoto por excelencia, nos tiene una corona, a esa corona no le tengamos miedo ¡¡ganémosla!!, porque como dice el Salmo 103:4 “El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias” el Señor cuida en lo físico y en lo espiritual nuestra vida, quien tiene cuidado de todo el que cree en su palabra y hace su voluntad, confiemos y vivamos “aislados” espiritualmente del mundo que nos rodea, apartados para no contaminarnos mientras vamos avanzando en este mundo, la mayor protección es la misericordia que tiene hasta hoy el Señor con el humano, aprovechemos el tiempo y compartamos su palabra, sanidad y vida eterna para los que en Él confiamos, señala 2Timoteo 4 “En el futuro me está reservada la corona de justicia” hasta pronto, les quiero y nos seguimos leyendo.