Reflexión de Azucena León Urquidez
¿Qué esencia mana de tu vida?
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Misionero/Revista
Los Mochis Sinaloa, miércoles 27 de noviembre de 2019.-
A la mayoría nos gustan los perfumes y en lo personal me gustan aromas suaves que después de que pasen horas siga dándome el aroma y no me arrepienta de habérmela puesto, en ocasiones así pasa, que experimentamos con perfumes que nunca hemos usado y nos arrepentimos; se dice que para fabricar los perfumes la destilación es el método más empleado especialmente para flores, plantas y hierbas, tales como la lavanda, rosas, nardo y muchos más. Para ello, se emplea un destilador llamado alambique, de cavidad bastante grande. La parte del vegetal que contiene la esencia como: raíz, hojas, flores, corteza árbol, se pica y se introduce en el alambique. Se añade el agua suficiente para que lo que se pica esté completamente bañada y al cabo de algunas horas de maceración se procede a la destilación. La esencia es arrastrada por el vapor de agua, aunque su punto de ebullición en general es muy superior a 100 º. En la vida espiritual nos pasa lo mismo, queremos ser perfume fragante ante el Señor, pero, ¿sabes una cosa? Si queremos que salga fragancia grata de nuestra vida, tenemos que abrir nuestro corazón, si en ocasiones sentimos que somos partidos en pedazos como las especias y somos puestos al fuego, pasemos la prueba que nada es para siempre, nos purificamos y queda nuestra esencia, la mujer que rompió el frasco de perfume para ponerlo a los pies de Jesús, más que lavar los pies de Jesús, ella fue lavada con el amor de Dios, si nuestro cuerpo es el embace, tenemos que romper malos hábitos, rutinas innecesarias que realizamos y nos llenan de cansancio, pero una vez que entendemos que si abrimos nuestra vida a Dios, ponemos en el alambique nuestras emociones y sentimos que estamos a punto de ebullición, es cuando sale la esencia que es arrastrada por el vapor del agua inagotable de Dios mismo, si tu vida se rompe por la pérdida de un ser querido, Dios te hace un alabastro nuevo, Dios nos restaura y vierte su esencia de nuevo, mientras estamos en el proceso, dejemos que salga lo mejor que hay en nosotros, no podemos saber a cuantos atraigamos a la presencia de Dios, y entre más fluye el Espíritu Santo, manará aceite insustituible, nos ungirá con aceite fresco que maravilla, si somos el envase, dejemos que el Señor nos llene y seamos la esencia que los demás quieran tener, y si eres criticado y crean que no eres digno de ser servidor del Señor, el que decide es el Señor, la mujer que llegó a las plantas de Dios era pecadora, los demás juzgaban por lo que habían visto en la vida de ella, en nosotros Dios de igual manera mira nuestra intención, no dejemos que los juicios y prejuicios de los demás no nos dejen ¡¡avanzar, camina, busca y ten un encuentro personal con el Señor!!, que su aroma no solo dure, sino que perdure hasta el día de su venida; un abrazo y nos seguimos leyendo y comunicando…Te quiere AzuLeón.